El minuto 105: oui, je suis en colère!

Hora y tres cuartos de debate, en los que Ségo había dado caña a Sarko en todos los frentes, seguridad social, salarios, investigación, energía nuclear, con mucha calma, pero tal vez sin acabar la faena. Se había mostrado más serena, más social, distendida cuando Sarko se crispaba... y ¡desde luego que se crispaba! Tenía la típica pinta del niñato al que le pica que una nena le de en los morros. Y en eso llegó el minuto 105 de debate.

Como sabéis, Ségolène Royal fue ministra de educación nacional en los gobiernos de Jospin, bajo el primer mandato presidencial de Chirac. Siempre le cambia la cara cuando habla de aquel periodo, y en sus ojos se ve a la vez el orgullo de lo bien hecho y la rabia por ver cuánto ha podido deshacer la derecha en el último quinquenio de todo lo que ella puso en pie. El presupuesto de educación (y el de investigación) en Francia lleva 5 años bajando sin parar. Y uno de los proyectos estrella de Ségolène, la dotación prioritaria de ciertos centros escolares ("handi-schools") para que la escolarización de minusválidos se facilite. Son colegios especialmente preparados para acoger a un numero de niños con diversas minusvalías (acceso facilitado, rampas, material braille generalizado, aulas especiales para la integración de sordomudos...)
Fueron discutidos porque generaban una cierta "guettificación", pero no son colegios para minusválidos, sino colegios con una dotación material específica que, evidentemente, generaban muchas solicitudes de niños con necesidades especiales. La guettificación se debería haber resuelto por la vía de dotar a más y más escuelas haciendo lo habitual la existencia de dotación especial y la excepción su falta. Claro que eso requería tiempo...

El resultado de cinco años de gobiernos de derecha es simple. El programa se congeló, se cerraron muchas handischools como tales, pasando de nuevo a ser colegios "normales" (como los ha llamado Sarko) con el resultado de que hoy hay la mitad de niños con minusvalías en programas de integración escolar, y esos con menos medios y sólo mantenidos gracias al esfuerzo voluntarista del profesorado.

Bueno, pues siendo esos los datos, en el minuto 105, el debate se ha puesto intenso. Sarko ha prometido que tras su mandato cualquier madre podría ir a los tribunales a exigir una plaza en una guardería si aún no la habia conseguido, a lo cual Ségo se le ha descojonado directamente en la cara ("¿ese es el modelo de sociedad que nos propone? ¿ir a los tribunales a exigir una plaza de guardería? Seamos serios, jajaja, señor mío, las madres francesas tienen mejores cosas que hacer y mucho trabajo como para ir a los tribunales a pedir una plaza de guarderia...") Sarko se ha puesto muy nervioso al ver como Ségolène se lo comía, y ha salido metiendo la directa: se ha atrevido a soltar que le parecía inmoral que los niños con minusvalías no esten integrados en escuelas normales (estos fachas, qué manía con la normalidad)... y ahí sí, Ségolène se ha enfadado. Se ha puesto muy seria, muy dura: "No puedo dar crédito a la inmoralidad política que acabo de escuchar"... "después de los actos de los gobiernos en que usted participó durante el último quinquenio es inmoral utilizar a los niños con minusvalías para hacer una campaña electoral basada en la mentira"... "es usted un mentiroso"

Sarko se ha puesto absolutamente a la defensiva: "yo nunca he sido ministro de educación"... "pero usted era ministro del presupuesto" le ha soltado Ségo... "no sé porqué se enerva usted, usted ha perdido los nervios, un presidente de la República no puede perder asi los nervios" a lo que Ségo respondía fría, sonriente y serena "yo no he perdido los nervios, pero hay cosas que me encolerizan (oui, je suis en colère), si, hay un tipo de cólera sana, como la que nace ante la injusticia, ante la utilización de niños minusválidos con fines electorales, sobre todo después de haberlos condenado a las mayores dificultades en su educación..."

Tal vez Sarko gane el domingo a los puntos, pero Ségolène ha ganado de calle en el minuto 105, por (sar)KO. En mi opinión, Iznogoud ya no ha levantado cabeza y solo sabe que quiere ser califa en lugar del califa.