La mierda y la piel

Me gustaría proponer desde este blog un poco de calma, ya que la boñiga se agolpa y amontona en otros rincones de la red y las ondas, querría hablar y que pensemos de la piel de toro, y no sólo en su mierda.

Hay mucho que decir, aunque nos suene a sabido:

se ha escrito una ley de dependencia pensando en los dependientes y en los que penden de los dependientes, se ha promovido la igualdad y la paridad (hoy mismo entra en vigor la nueva ley), se ha acompañado una ley de educación con un capítulo económico para que los cambios sean reales, pensando en los saberes pero también en la ciudadanía; se vuelve a confiar en la universidad (el destrozo de la LOU se reformará definitivamente la semana que viene), se gasta por fin de manera decidida en investigación, se ha reconocido el matrimonio como un acto civil entre dos personas y por lo mismo, seres libres de ser como quieran, se ha acordado una financiación de la sanidad pública para que no se hunda, para que no sea fagocitada por la privada, se ha reconocido (masivamente?) a quienes trabajan aquí desde hace poco como personas (qué es un ilegal? un himenóptero nuevo?), se sigue avanzando en el reconocimiento de que somos mejores si nos sabemos plurales y diversos... y se me olvidan muchas cosas, que hacen mejor la piel de toro. Y además, si uno tiene un inglés flojito es mejor reconocerlo que ser patético, ridículo, y estar "trabajando en ellooooouuuu". Somos lo que somos, ni un rincón del mapa ni el relumbrón de la historia.

Así que calma, pero trabajando, como una hormiguita. Como un hormiguero. Tres años de la primera legislatura de esta época. Un empujoncito más en la misma dirección. Desde el 82 andando... aún con la interrupción de Chicanito de las Azores. Adelante y a la izquierda.