Tres años (y dos ministras) después de la victoria electoral de 2004, por fin, se ha aprobado la reforma de la LOU. Hoy el Congreso me ha dado una de las grandes alegrías que yo esperaba de este Gobierno. En confianza, para mí, el "no nos falles" eran tres cosas: Irak, el trasvase del Ebro y la dichosa LOU. Las dos primeras "cayeron enseguida" pero la LOU ha costado, sobre todo porque, con buen criterio, se abordó antes la reforma de la educación obligatoria (LOE). Reconozco que yo le tenía ganas a la ley que Pilarín del Castillo, la señora sonriente de la foto (al lado de Chicanito de las Azores) se sacó de la manga. La catedrática de la UNED que se olvidó del carácter universalizante y educador de su estatus profesional y sacó adelante una ley cargada de desconfianza y rencor hacia el mundo universitario. Y si no os lo creéis, leed unas perlas sacadas del artículo de El Inmundo que acompañaba a la foto adjunta: "Algunos creen que la educación es cosa de progres", o también: "hay que desinfectar los nidos de enchufismo y endogamia que aún subsisten en los departamentos de nuestras facultades"... Personalmente, no soporto a Chicanito de las Azores, pero llamar "nidos de enchufismo por desinfectar" a los centros de educación superior del país es una clara muestra de su rencor antiuniversitario, compartido incomprensiblemente por su ministra (¿tal vez había una razón personal...?) Desde luego que hay que luchar contra la endogamia y el enchufismo, pero lo que hicieron (y sobre todo el proceso de Habilitación Nacional) ha sido un horror, una fuente de frustración para miles de profesores a quienes se les arrebató un derecho y se les obligó a tirar meses y meses a la basura (sin mejorar su docencia ni investigar), preparando inútiles pruebas de habilitación, en las que unos números clausus insultantes condenaban a la humillación a excelentes docentes e investigadores. Eran todos culpables (¿de progresismo? ¿de enchufismo? ¿de librepensamiento?). No es nada en primera persona ("yo soy del Consejo...") pero es, desde luego, algo personal, como decía Serrat.
He hecho un pequeño cálculo, con los datos de la página web del ministerio, donde están accesibles las listas de admitidos a las pruebas... unos 25000 profesores han firmado... supongamos, a la baja, que han preparado sus pruebas durante unos 100 días a 6 horas al día (es muy poco en el caso de titulares, pues tenían que presentar un proyecto docente y examinarse de una asignatura entera. Eso hace 600 horas * 25000 profesores = 15 millones de horas empleadas en nada realmente útil...
Bueno, no se habrán presentado más que una parte de los firmantes, quedémonos con 10 millones de horas tiradas, 10 millones de horas sin investigar y sin mejorar la docencia (preparar una "oposición" no hace mejorar, la docencia es OTRA cosa)
No he contado los cientos de miles de horas tiradas por miembros de tribunal ni los millones de euros gastados por las universidades y por los opositores... que se pagaban sus viajes y estancias, claro. 10 millones de horas tiradas a la basura.
Eso es, a 38 horas por semana y unas 45 semanas de trabajo universitario, durante los 4 años que ha durado, 1250 profesores por año que no han hecho NADA de NADA útil, que no han aprendido NADA, que no han preparado sus clases, que no han investigado NADA, de NADA. Gracias a la sonrisas de la foto y al ínclito Chicanito de las Azores. Qué éxito... unos pocos más así y todos tenemos que ir a estudiar a Georgetown... o a la privada de aquí! ¿tal vez era eso lo que quería Chicanitouuu? Claro, ¡¡eso era!!
Otro día intentaré analizar la ley de reforma de la LOU en profundidad. Y lo poco que me ha gustado cómo se ha gestionado la Habilitación y más cosas desde nuestros gobiernos. Pero hoy... ¡joder! ¡¡qué alegría, leches!! Se acabó, por fin, Habilitación Nazional, creo que nadie te echará de menos... ¡vete a tomar viento con Chicanito y Pilarín! ¡ándale!
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